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Autoestima en los chicos

  • Daniela Boschi
  • 14 abr 2017
  • 4 Min. de lectura

Quería escribir sobre la autoestima y los chicos, y no sabía como comenzar, por eso me ocurrió hacerlo desde mi experiencia como mamá. No creo ser la super mamá, ni que mis hijos sean mejores o peores que nadie, pero creo que las vivencias aportan mucho más que únicamente el punto de vista teórico de cualquier tema.

Cuando mi hija menor tenía unos 3 años, en casa tendíamos a ayudarla y solucionarle "los problemas". Esto implicaba allanarle el camino en absolutamente todo. Un día decidí que era momento que comenzara a vestirse sola, no importaba si la ropa le quedaba del derecho o del revés, si quedaba bien vestida o más o menos, lo importante es que lo hiciera ella sola y que tuviera la satisfacción de ver que podía hacerlo. Este fue un primer gran paso. Fue adquiriendo autonomía, y poco a poco comenzaba a lograr más cosas por si misma. Un día cuando ya tenía 5 años, a la salida de la escuela escucho una conversación entre mamás de niñas de su clase, y una comenta que su hija no quiere ir al club porque como no sabe vestirse sola, demora mucho, eso la hace sentirse mal, y agrega molesta que ningún adulto la ayudaba como lo hacen ellos en su casa. En conclusión la niña no iría más al club para que no tuviera que pasar por aquella situación.

Este simple ejemplo, me hizo entender que importante es permitirles a los chicos que se desenvuelvan por si mismos, que paso a paso, de acuerdo a su edad y posibilidades, ir permitiendo que adquieran autonomía, que aprendan a manejarse por ellos mismos, incluso a sortear dificultades, y que tengan la oportunidad de demostrarse y demostrarnos a nosotros, los padres, que si pueden, que si son capaces de hacerlo. También reflexioné en cuanto mal le hacemos a nuestros chicos cuando los sobre protegemos , cuando nos adelantándonos a lo que quieren, dándoles o haciéndoles todo, sin que siquiera tengan la oportunidad de cuestionarse si realmente era lo que deseaban.

A nuestros chicos hoy en día no les permitimos que se frustren, que se aburran, que deseen, que esperen.

Más de uno se preguntará que tiene que ver todo esto con la autoestima en el niño, y bueno, yo creo personalmente, que tiene todo o mucho que ver. Para fortalecer la autoestima del niño sabemos que es importante tratarlos con amor, con cariño y respeto, elogiarlos, no pedir perfección, que se sienta valorado por sus padres, maestros y pares, y podríamos seguir enumerando. Todo esto es cierto, pero... a mi entender, es tan o más importante, el permitirles evolucionar, desarrollarse, probarse y dejarlos salir adelante por ellos mismos. El que tengan responsabilidades, oportunidades, opciones de tomar decisiones. Permitirles todo esto es la mejor forma de respetarlos que tenemos, y por ende, la mejor forma de amarlos, y que ellos se sientan amados, valorados y apreciados. En cada logro les enseñamos a valorarse, quererse, respectarse.

El que como padres seamos conscientes de las necesidades reales de desarrollo del chico, como el momento indicado para que se vistan solos, que comiencen a atarse los cordones, que aprendan a cruzar la calle o que se animen a pedir o preguntar el precio de algo les gusta, son pasos importantisimos en sus vida, y les estamos demostrando que los respetamos, que confiamos en ellos, que pueden valerse por si mismos. En definitiva cual es el objetivo de esto, que el niño sienta que es capaz de actuar ante los obstáculos.

Si hacemos memoria, los errores, caídas y frustraciones fue los que nos hizo crecer, madurar, y por tanto, son parte de la vida. Entonces, porque no darles la oportunidad que vivan esas experiencias, a su medida, para que aprendan. Sobre todo, porque estamos nosotros atrás para respaldarlos, acompañarlos. Que se frustren cien veces porque los cordones no le quedaron bien atados, con la confianza y seguridad que nosotros le damos, que algún día lo logrará. Estas pequeñas cosas crearán seres resilientes.

De esta manera, los chicos fortalecen su autoestima. En cambio, una educación permisiva puede dar origen a una autoestima baja, y hoy día es común que los padres se exigen demasiado a ellos mismos, pero que le exigen muy poco a sus hijos, generando desconfianza en si mismos, y con más propensión a desarrollar una cultura del no esfuerzo y dejadez.

Ahora, vamos a ver un poco de teoría y comenzamos con el concepto de autoestima, que el el conjunto de creencias y valores que la persona tiene acerca de quien es, de sus capacidades, habilidades, recursos y potencialidades. El desarrollo está muy ligado a los valores de la sociedad y cultura en que vivimos, y muchos de sus parámetros serán determinados por está. Por ejemplo si una sociedad valora como positivo un buen estado físico, la riqueza, si un niño que cuente con estas condiciones se le hará más fácil tener una buena autoestima. En la infancia y la adolescencia la autoestima crea una marca profunda, ya que se trata de etapas donde los seres humanos nos encontramos más flexibles y vulnerables.

Lo bueno es que la autoestima se aprende, es cambiante y la podemos mejorar. Fortalecer la autoestima nos permite superar dificultades, aumentar la creatividad, ser más responsables, mayor autonomía, afrontar los problemas con mayor entereza, relaciones sociales saludables, proyección futura.

Por otro lado , la resiliencia es la capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperare frente a ala adversidad para seguir proyectando el futuro. Las personas resilientes encuentran significado a sus fracasos. Es esencial para alcanzar el éxito y la felicidad. La vida incluye adversidades, por eso todo el mundo necesita ser resiliente, y es importante que aprendamos desde chicos a serlo.

Como conclusión, por lo tanto, comencemos por ponernos límites a nosotros mismos como padres, respetemos la autonomía de nuestros hijos, demosle su lugar, y permitamos que se desarrollen, dejando que se equivoquen y comiencen de nuevo.. No sobreprotejamos, no asfixiemos ni acaparemos, demos espacios para que puedan experimentar y que aprendan por si solos.... dejemos que sean.

Proverbio chino: "la vida de un niño es como un trozo de papel en el que todos los que pasan dejan una señal"


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